top of page

Llegar a viejo


Un chico a los pies de la cama de su abuelo
Imagen creada con Microsoft Designer

Así que la vida era eso. Jonás miró las arrugas desvaídas de su abuelo, las venas azuladas asomadas a la piel reseca, los ojos hundidos, los dedos agarrotados, el cansancio. Y supo, sin ningún atisbo de duda, que no quería llegar a viejo. No quería ver cómo su cuerpo se iba agotando día a día. Se negaba a consumirse. Le faltó el aire.


Lo besó en silencio y abandonó la habitación. En el salón esperaba el resto de la familia. Evaluó sus miradas, sus propios desgastes más o menos pronunciados, sus ilusiones acalladas, sometidas para estar allí, en ese lugar, en ese momento. Y se preguntó si él sería capaz de apaciguar sus deseos. Si se detendría por los demás.


Se despidió y se marchó. Durante toda su vida recorrió el mundo y sus límites sin olvidar nunca aquel funeral. Y cuando se hizo muy muy mayor descubrió por fin el secreto de su abuelo, sus sonrisas continuas, sus miradas inteligentes y traviesas. Recorría sus propias arrugas con los dedos ya agarrotados y sonreía también. Hacerse viejo no era morir, ni desgastarse. Era contar con miles de recuerdos e historias que atesorar, compartir y volver a vivir en silencio.

Comentarios


FERIA DEL LIBRO SEVILLA 2021.jpg

DISFRUTANDO DE LA RADIO
Y DE LA
LITERATURA INFANTIL

EN IFEMA - AULA_edited.jpg

Déjame un mensaje

¡Gracias por tu mensaje!

699 04 99 94

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • Instagram

©2019 by Javier Fernández Jiménez

bottom of page