
Ha sido en la Biblioteca de Navalagamella, en el Centro Cultural Anabel Ochoa.
Luz ha entrado despacio, en silencio, tímida. Se ha sentado en la primera fila porque se lo ha pedido Elena, una de las amigas que ha venido esta mañana a la presentación de "El paseo de Jaima".
Nos ha contado Luz que es una gran lectora. No lo ha dicho así, pero a sus 10 años ha devorado todo Harry Potter, lee a Cornelia Funke y al preguntarle cuál era su libro favorito ha mirado a su alrededor, sin saber bien qué escoger entre todos los libros de la biblioteca. Una gran lectora.
Ha sido una suerte conocer a Luz.
Ha dado sentido a toda la presentación que, como suele ser habitual cuando voy solo a una, se ha ido convirtiendo poco a poco en una charla en la que se ha hablado de todo.
Luz tenía que irse pronto. Miraba el reloj de vez en cuando, porque ha podido venir con la condición de no irse más tarde de la hora. He visto pocas personas más atentas a una explicación mía.
Se ha marchado con un ejemplar y una sonrisa, con la sensación, espero, de haberse sentido en casa (lo estaba, esa biblioteca la tiene muy visitada y utilizada).
Nos ha dicho que de mayor quiere ser bibliotecaria (ojalá lo sea y, a poder ser, de un pueblo pequeño, para cambiarlo por completo con sus lecturas y con sus ideas).
Se ha marchado como ha venido, tímida, despacio, en silencio. Me gustaría creer que con el corazón y la cabeza calientes, removidos, juguetones.
Se ha llevado un libro.
Jaima está en muy buenas manos, una vez más.
Luz ha sido la que ha conseguido que todo lo que ha pasado hoy en Navalagamella, que ha sido mucho y muy bonito, haya sido, además, un tremendo éxito.
He prometido intentar ir a su cole. Ojalá me encuentre a Luz antes de que acabe este curso, con sus compañeros, en su clase y con Jaima en otro puñado de buenas manos.
Comentários